Categoría: Analisis Cine

Misión de rescate fue estrenada el pasado viernes 24 de abril en Netflix, una nueva producción, en este caso del género de acción y con grandes nombres: creada por los hermanos Russo y producida y protagonizada por Chris Hemsworth. Sí, del universo cinematográfico más taquillero de superhéroes directo a la pantalla chica y a un género similar, pero bastante más terrenal, violento y realista, con algunas cositas muy interesantes, como un falso plano secuencia de casi 20 minutos de pelea pura que no pierde el hilo de la tensión. Estamos hablando de Extraction (Misión de Rescate en Netflix) que con escenas de acción al estilo Mortal Kombat resulta entretenida y sumamente atrapante. Es una película de entretenimiento perfecta para ver en estos días y altamente recomendable si disfrutan el género y además les gusta el universo superheroico. El plan pochoclero ideal de Netflix.

Lo de afuera

La película está dirigida por Sam Hargrave, quien además trabajó con los hermanos Russo en Avengers: Endgame y Capitán América: Civil War en el rol de coordinación de dobles y coreógrafo de escenas de acción (por supuesto que sí). Además, fue una idea en conjunto de Joe y Anthony Russo, Ande Parks y Fernando Leon Gonzalez. Guionada por Joe Russo y producida por Anthony Russo y Chris Hemsworth. De entrada, un equipo técnico espectacular.

Desde el comienzo, a excepción de algunos momentos, queda instalado que no será una clásica película de acción como Misión Imposible o cualquiera de las de James Bond. Por supuesto que tiene componentes tales como la víctima y el «héroe» que se enfrenta a todas las situaciones y tiene la misión de llevar adelante el objetivo de la película, pero tiene aspectos clásicos ausentes, como lo son el interés amoroso (en Misión de Rescate existe, pero no es el foco en ningún momento), la necesidad de salvar a un grupo humano o una venganza.

¿De qué trata? En India, el hijo de un importante narcotraficante que está preso, es secuestrado por su enemigo, Amir Asif, un narcotraficante bangladesí. El padre del niño le exige a quien oficiaba como su tutor que solucione y recupere sano y salvo a Ovi. Es entonces que decide contratar a un grupo especial que arme un operativo para poder rescatar al niño sin consecuencias graves. Tyler Rake (Chris Hemsworth) estará en el frente del rescate y depende de él que Ovi llegue con vida a su hogar.

Así es como la película trata enteramente del camino que deben recorrer ambos protagonistas y los objetivos a sortear en el camino hacia la plena seguridad. Pero, ¿cómo surgió todo?

De Marvel a Netflix, de Dios a mercenario

Estamos hablando de un equipo que viene de realizar una de las películas más taquilleras de la historia, con Endgame. Tanto Sam Hargrave como el intérprete del mítico Dios del trueno y los hermanos Russo, formaron parte de la producción de la película más alucinante de Marvel y deliberadamente deciden, en conjunto, estrenar esta película de acción en la pantalla chica. Tras semejante éxito, ¿por qué siguieron?

“A mi hermano y a mi nos encanta contar historias. Es lo que más felices nos hace. Y ‘Vengadores: Endgame’ nos abrió un gran abanico de oportunidades así que, más que tomarnos unas vacaciones, preferimos aprovechar el momento”- Joe Russo

Así como comentó Russo, decidieron aprovechar la relación que generaron con Hargrave y Hemsworth y no desperdiciaron ni un segundo para poder llegar a este momento y a trabajar finalmente con un servicio de streaming fuera de Disney.

Además, Sam Hargrave tuvo el placer de ser el encargado de dirigir a la segunda unidad (los dobles) de los Russo en las películas del Universo Cinematográfico de Marvel, más precisamente en los dos títulos finales de la Saga del Infinito, por lo cual no solo es un rostro conocido para ellos, sino que además tiene una interesante trayectoria trabajando en el equipo. Y la realidad es que no le fue nada mal.

¿Qué nos quieren decir?

A pesar de ser una película de acción que sabemos que tiende a lo terrenal y superficial, nos damos cuenta que, como dijimos antes, tiene algunos componentes que difieren un poco de las películas clásicas, que además, a veces, tienen la intención de comunicar o anticipar algunos aspectos.

Como primer aspecto, podemos hablar de algo que no abunda en otras películas y que aquí destaca: la emotividad. Desde el vamos, con el título traducido literalmente, «EXTRACCIÓN», estamos hablando de algo como si se tratara de una cirugía o un trámite. En Latinoamérica tuvieron la sensibilidad para modificar la traducción y colocar en su lugar «Misión de Rescate», algo que lo vuelve un poco menos frío. ¿Por qué frío? Nos vamos a referir entonces al título original que se decidió ponerle y retomaremos la idea de un trámite. Cuando Nik le comenta a Tyler sobre la misión, utiliza el término ‘extracción’ para referirse de un modo literal al hecho de extraer al niño de Dacca, donde lo tienen secuestrado. Pero con el correr de la narración, probablemente signifique algo más en el discurso, ya que Tyler, como es natural, se encariñará con Ovi tomándolo como al hijo que perdió. Lo que antes era un simple trámite de entrada y salida, una literal «extracción», cuando Tyler se encariñe, perdería inmediatamente el sentido de trámite, pasando a resultar un título irónico que sugiere algo simple cuando esconde algo más profundo.

¿Qué es lo clásico que tiene la película? El héroe y su pasado que lo atormenta, quizás sea el componente más pesado en relación a lo que solemos ver en otras películas del género. De entrada, cuando conocemos a Tyler Rake (Chris Hemsworth), se nos presenta al borde de la muerte, entrando a un estado de shock y teniendo imágenes sobre algún momento que, asumimos, tiene que ver con su pasado. Como es natural, a lo largo de la película descubriremos que el recuerdo alberga tiempos anteriores con su hijo y su mujer. Una idea un poco al estilo Gladiador: el héroe con una brillante armadura (en este caso un chaleco antibalas), que pelea en la arena de Roma porque ya no le queda nada por lo que seguir con vida, y cuando está muriendo, recuerda a su mujer y a su hijo en una playa, felices y rodeados del blanco impoluto del cielo y de los sueños. Con este pequeño paralelismo, conocemos entonces al que será el héroe y mercenario resignado a vivir que salvaría a Ovi.

Por supuesto que lo que abundan son escenas de pelea. Es importante destacar, que no es como en cualquier película de acción: las peleas de esta película tienen una desmedida violencia. Al igual que otros aspectos (como el hecho de matar a dos nenes al principio y secuestrar a otro), no se preocupan en ocultarle al espectador la violencia que puede llegar a producir el ser humano con tal de alcanzar un objetivo.  De los enemigos por ajustes de cuentas y de la figura del mercenario rescatista (del «lado bueno») por salvar al niño. En este caso, eligen a dos grandes carteles de India para situarlos como enemigos en la historia. Y lo interesante de estos enemigos, es que no tienen nada personal contra Tyler Rake. Es simplemente un objetivo a ser eliminado para conseguir dar con el hijo del narcotraficante, como por ejemplo sucede con John Wick, Misión Imposible  y franquicias tales que generan una continuidad en el odio hacia su protagonista. Cabe recordar que las peleas y las escenas de acción están perfectamente coreografiadas, algo que no es sorpresa dada la posición de Sam Hargrave en los estudios de Marvel.

En cambio, un aspecto clásico que está ausente es el interés romántico. Es evidente que Tyler y Nik tuvieron algo en el pasado y no hacen falta aclaraciones, con sólo observar cómo se dirigen el uno al otro es suficiente para notar la tensión generada, lógicamente, por el pasado. Aunque ese pasado no es visible, no lo vamos a conocer en ningún momento ni habrá atisbos de que esa relación vuelva a ser real. Por esto es que decimos que el interés romántico no es importante en esta historia, porque no ocupa ningún lugar privilegiado, no es un objetivo a rescatar. Incluso es parte del equipo y no duda en ponerse el chaleco y salir a defender si es necesario, con lo cual no es débil ni necesita de su «interés» amoroso. Así como Tyler no hace cosas por ni para ella, así como tampoco va a presentar un problema a lo largo de la historia.

Algunos mensajes

En cuanto a lo interpretativo, hay un plano en la primera media hora que llama la atención. Estamos hablando del momento en el que conocemos oficialmente al cruel y peligroso bangladesí Amir Asif, que tiene a su cargo un grupo de niños y adolescentes que trabajan para él. En ese momento también conocemos a Farhad, personaje que a primera vista parece secundario, pero por el tiempo que le dedican en esa escena, entendemos que probablemente tenga una participación más puntual. Otra señal de esto, es que Farhad tiene una aureola casi perfecta alrededor de su cabeza, hecha por el contraluz que genera el sol. Pero inmediatamente pensamos, y si retenemos ese plano y lo consideramos un anticipo, descubriremos que al final de la película, evidentemente, sí era algo importante que recordar. Al final, Farhad es quien dispara a Tyler, que, en este caso, oficia como una especie de «ángel» (aunque no precisamente uno bueno) que lo devolvería a su hijo a través de la muerte. Además de avisarnos con anterioridad que Farhad está «marcado» de manera diferente a Amir, por lo que indudablemente tendrá una implicancia distinta en la historia.

Y entonces llegamos al final. Un final ambiguo para una película de acción, género en el cual por lo general lo que sucede es lo que es y no hay vuelta atrás. En este caso, se planteó un asesinato en cuanto Farhad le dispara a Tyler y éste cae aparentemente sin vida al río. Esta escena, cargada de emoción, sobre todo por parte de Ovi, deja en evidencia que tendremos dudas, aunque nos inclinamos mucho más al hecho de que efectivamente murió. Hasta que aparece el último plano: Ovi sumergido en el agua, un plano que guarda relación con Tyler al principio de la historia (que se sumergía y recordaba a su familia), cerrando la conexión estrecha entre los dos protagonistas que nació en el medio de la película. Pasado este momento, cuando Ovi sale a tomar aire, a respirar, a seguir con su vida, aparece la silueta de alguien, que presumimos, es Tyler.