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Cómo mejorar el rendimiento de tus juegos configurando los gráficos manualmente

Configurar el apartado gráfico en los juegos es fundamental para mejorar el rendimiento y poder disfrutarlos al mayor nivel, sobre todo cuando intentamos reducir minimizar la exigencia de calidad de imagen. En la actualidad, la diferencia entre configurar un juego para que funcione en su máxima calidad y en calidad alta son casi imperceptibles. Hoy es muy fácil mejorar el rendimiento de tus juegos configurando los gráficos manualmente, gracias a la variedad de opciones que nos brindan.

Ajustar la calidad gráfica puede ayudarnos a mejorar el rendimiento de nuestra PC en juegos y los usuarios con menos conocimientos suelen recurrir a las configuraciones predeterminadas que ajustan los niveles de calidad en «bajo», «medio», o «alto», en función de las posibilidades de su PC, pero lo cierto es que, para conseguir el mejor resultado posible, lo mejor es llevar a cabo configuraciones manuales de cada ajuste de forma individualizada e independiente.

Ajustar la resolución y el escalado

Lo ideal es mantenernos siempre dentro de la resolución nativa de nuestro monitor, ya que utilizar una resolución inferior puede mejorar el rendimiento de forma drástica, pero también reducirá enormemente la calidad de imagen, generando un efecto pixelado y mostrando una pérdida de nitidez nada agradable. Será casi como si estuviésemos viendo el juego a través de un cristal borroso,  y todo aparecerá, además, agrandado.

La resolución es el pilar básico de cualquier configuración gráfica, y debemos evitar reducirla salvo casos en los que sea nuestra última opción para conseguir un rendimiento aceptable. Si os encontráis en uno de esos casos, os recomiendo que antes de reducir la resolución directamente, opten por las opciones de escalado de resolución que incluyen muchos juegos actuales, ya que pueden ayudarlos a ganar bastante rendimiento sin tener que reducir mucho la resolución.

Ajustar el escalado de resolución en un 90 por ciento sobre 100, nos daría un impulso grande en términos de rendimiento, y reduciría la resolución en apenas un 10%, por lo que prácticamente no notaríamos una pérdida real de calidad en la imagen, salvo casos y escenas muy concretas. Es una buena opción para mejorar el rendimiento, sobre todo en equipos poco potentes.

Reducir la calidad de las sombras

Es un ajuste que consume muchos recursos, aunque esto depende bastante de cada juego en concreto, ya que no es lo mismo un título de tipo mundo abierto que debe manejar una gran cantidad de sombras generadas, además, con una enorme distancia de visión, que en aquellos con escenarios más cerrados donde las sombras se encuentran más limitadas.

Las sombras tienen un impacto muy grande y reducir su calidad nos ayudará mucho a mejorar el rendimiento. Sin embargo, no debemos caer en el error de desactivarlas por completo, o de reducirlas directamente a calidad baja sin probar antes con el modo de calidad media. Normalmente, la diferencia entre las sombras en calidad baja y en calidad media suele ser muy grande en términos de calidad de imagen, pero pequeña en lo que a rendimiento se refiere, así que puede compensar más el segundo ajuste.

Regular la distancia de visión de las sombras también puede ayudar a mejorar el rendimiento enormemente. En juegos como Fallout 4, por ejemplo, dicho ajuste marca una gran diferencia, aunque siendo justos también es verdad que afecta a la calidad gráfica, ya que deja de mostrar sombras en distancias relativamente cercanas cuando bajamos de los modos de calidad más altos a los niveles medios. Con todo, es un sacrificio que merece la pena, sobre todo si tenemos un equipo poco potente.

Configurar los reflejos de espacio de pantalla

Los reflejos de espacio de pantalla se encuentran entre las técnicas más utilizadas a la hora de crear efectos altamente realistas, y sí, a pesar de sus limitaciones la verdad es que resultan muy efectivos y pueden crear escenas de gran calidad, pero consumen muchos recursos y pueden reducir en gran medida la tasa de fotogramas por segundo.

Como ocurrió al hablar de las sombras, los reflejos no tienen el mismo impacto en todos los juegos, pero es un hecho que reducir su calidad, o desactivarlos, puede mejorar el rendimiento muchísimo, de hecho en algunos casos la mejora puede ser mayor al reducir los reflejos que al hacer lo propio con las sombras.

Por ejemplo, Red Dead Redemption 2 es un juego de tipo mundo abierto en el que los reflejos en ciertas superficies, como el agua, reducen de forma notable el rendimiento. Lo mismo aplica a otros juegos como Cyberpunk 2077, aunque este último permite activar el trazado de rayos para combinar reflejos generados mediante dicha tecnología con otros que mantienen la técnica del espacio de pantalla, que básicamente crea una copia del espacio visible y lo reproduce en la zona donde debería ir cada reflejo.

Es cierto que los reflejos pueden mejorar mucho la inmersión y la calidad gráfica, y que en ciertos títulos marcan una diferencia muy grande, pero creo que es un ajuste «prescindible«, y que es mejor jugar sin reflejos, o con estos configurados al mínimo, que sin sombras. Si vais muy justos, os recomiendo configurarlos al mínimo, directamente, y reservar algo de potencia para otros ajustes más importantes.

Tener cuidado con la iluminación

La iluminación es un ajuste gráfico muy importante que se apoya en efectos avanzados para recrear escenas altamente preciosistas. La iluminación volumétrica y los «rayos de Dios» son, sin duda, dos grandes exponentes de esa realidad, pero también son grandes devoradores de recursos, y por ello debemos tener claro que, para mejorar el rendimiento, deberemos reducir su calidad, o desactivarlos.

Dado que la iluminación tiene un gran impacto en la calidad gráfica en la mayoría de los juegos, es recomendable probar primero con una configuración en nivel medio, manteniendo efectos avanzados en calidades medias o bajas, e ir ajustando a partir de ahí. Como dije en el apartado anterior, en general es mejor contar con reflejos en calidad baja, o incluso desactivarlos, que reducir al mínimo la iluminación y desactivar ciertos efectos.

Es cierto que en casos extremos, será necesario reducir al máximo la calidad de la iluminación. Si te encuentras en esa situación no te preocupes, algunos juegos lucen bien incluso con la iluminación configurada en calidad baja, pero no tengas miedo a jugar con este ajuste en ciertas zonas, ya que es probable que una cierta calidad de iluminación no sea viable en tu equipo en determinados escenarios, pero que sí lo sea en otros (por ejemplo, puede que el ajuste en calidad media sea inviable en exteriores, pero viable en interiores).

Realizando esos ajustes en función de cada zona, podrás disfrutar mejor de cada juego en concreto, y minimizar los sacrificios a nivel de calidad gráfica. No es especialmente molesto, ya que no nos llevará más de unos segundos entrar a la configuración y realizar el cambio pertinente.