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Immortals – Fenyx Rising: The Lost Gods | Un cierre particular… ¿En busca de una continuación?

A escasos casi cinco meses de la salida del juego base, llega The Lost Gods, el tercer y último DLC de Immortals – Fenyx Rising, completando así el Pase de Temporada. Con esta nueva entrega, podemos ver una continuación directa de la historia que había terminado en juego base y que se amplió en el primer DLC (A New God), por lo que es recomendable que para jugar The Lost Gods, al menos se haya terminado la historia del juego principal.

Immortals Fenyx Rising The Lost Gods

Después de que el juego haya tenido un giro hacia la cultura oriental en el DLC Myths of the Eastern Realm, la narrativa regresa a la antigua Grecia y al panteón de los dioses del Olimpo. En esta nueva entrada en la historia de Fenyx, podemos ver que el mundo sigue sufriendo por el surgimiento de catástrofes, aunque esta vez no se debe al ataque de un furioso titán, sino que es consecuencia de que varios dioses abandonaron su lugar en el Olimpo debido a una discusión con Zeus, desequilibrando el balance de la Tierra.

Es en este contexto que Fenyx, ahora convertida en la nueva Diosa de la Unidad, debe intervenir, aunque pronto entiende que los dioses no pueden actuar en la tierra de forma completamente libre. Debido a la nueva situación, Fenyx elige a un nuevo campeón de entre los mortales: una joven llamada Ash, que en cuanto escucha el llamado de los dioses, acepta la misión de partir en búsqueda de los dioses que abandonaron el Olimpo.

Immortals Fenyx Rising The Lost Gods

The Lost Gods implementa cambios… que se notan

The Lost Gods cambia, literalmente, la perspectiva del juego, ya que deja la vista en tercera persona que caracterizó al título base y a los dos anteriores DLCs, para pasar a tener una vista casi cenital y que no puede ser modificada en altura. Este es el primero de los grandes cambios, ya que al haber acostumbrado a sus jugadores durante tantas horas a la vista en tercera persona y con una cámara que gozaba de una total libertad, puede ser un factor que cause complicaciones a más de un jugador. Este cambio de perspectiva puede entenderse como un reflejo de la vista que tiene la Diosa de la Unidad, Fenyx, sobre las tareas que va realizando su campeona… (aunque tal vez sea solo yo intentando encontrar un paralelismo con la historia).

El segundo gran cambio es en cuanto a las mecánicas del juego: esta vez, cuando controlemos a Ash, vamos a volver a sentir que empezamos desde cero, que volvemos a ser un mortal. De hecho, podemos llegar a sentir que Ash, en su comienzo, es mucho más débil que Fenyx cuando iniciaba su historia (y esto tiene su razón dentro de la narrativa ya que Ash sí es totalmente humana). Ahora, durante la aventura tendremos que aprender a escalar y nadar, con lo que vamos a terminar extrañando poder subir por una pared vertical desde el inicio. 

Immortals Fenyx Rising The Lost Gods

Pero más allá de los movimientos básicos, ha cambiado la forma de administrar las habilidades y mejoras de estado: ahora existe la posibilidad de encantar las habilidades con diferentes esencias que las modifican, resultando en que cada jugador puede adaptar la forma en que Ash combate y se desplaza, a su propio estilo de juego. Además, las modificaciones no son fijas, por lo que siempre pueden realizarse cambios hasta que se encuentre el punto justo donde cada uno esté satisfecho con el resultado. Todo esto se logra realizando “ofrendas” en los diferentes altares que hay repartidos por el mapa, donde desbloquearemos los dones (además de mejorar la salud y resistencia, claro).

Y el tema de los altares, lleva a algo que es imposible dejar pasar por alto. Hablo del hecho de que se aplicó un cambio que, cuando menos, resulta llamativo: el guardado no es totalmente automático. Aunque el juego se guarda en ciertos puntos clave, cuando sucede algún evento especial, la partida no se puede guardar sencillamente desde el menú, sino que hay que realizar una ofrenda en un altar para poder guardar la partida. No es algo difícil, ya que el “precio” es uno de los elementos que más abundan en el mapa (es imposible no recolectar alguno dando una pequeña vuelta por los alrededores), pero sí puede ser un tanto engorroso para algún jugador.

Immortals Fenyx Rising The Lost Gods

Podría ser el primer paso para una saga de Immortals Fenyx Rising

Las mecánicas de combate no cambian mucho respecto a cómo se establecieron desde un principio, aunque algunos enemigos presentan nuevos movimientos. Si a esto sumamos que la aparición de los “tipos malos” en el mapa es bastante alta, y el factor de que el guardado es manual, los combates pueden ser un desafío complejo, sobre todo en las dificultades más altas.

El guión mantiene su estilo y humor, lo cual se agradece, los diálogos siguen siendo ocurrentes y con una base bien arraigada en la mitología griega, así que quienes vienen disfrutando este apartado, van a estar muy satisfechos con la entrega.

Immortals Fenyx Rising The Lost Gods

The Lost Gods es un final bastante llamativo del Season Pass de Immortals – Fenyx Rising: un trabajo que mantiene el mismo ADN que pudimos ver en el juego cuando se publicó por primera vez, pero con modificaciones que muestran cómo a lo largo de los tres DLCs, Ubisoft estuvo explorando por dónde podría llegar a dar nacimiento a una saga. Se trata de un contenido descargable que bien podría funcionar como un juego standalone, vendido por separado, un spin-off, si se quiere; ya que aunque mantiene una continuidad sólida con el juego base, presenta una serie de características novedosas que, para aquellos que las sepan apreciar y probar en profundidad van a traducirse en varias horas de entretenimiento.