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Análisis de Back 4 Blood

Luego del tropiezo de Evolve, Turtle Rock Studios vuelve al ruedo con Back 4 Blood, una suerte de “sucesor espiritual” del éxito atemporal Left 4 Dead. Este nuevo título tiene mucho de lo que los jugadores fieles a L4D aman, mientras agrega varias cosas nuevas y aunque su lanzamiento se vio un tanto opacado por ciertas dificultades técnicas, se postula como una gran apuesta para el juego con amigos, ya que denota un gran trabajo invertido por parte de los desarrolladores.

Back 4 Blood: Siguiendo los pasos de L4D

A diferencia que las entregas de L4D, Back 4 Blood se divide en solamente cuatro actos, el último reservado para una batalla contra un jefe; esto podría parecer un recorte importante en cuanto a extensión, pero es algo que se compensa debido a lo complejos que son estos actos, llevando hasta las dos horas el tiempo que se debe invertir en cada uno. El título tiene un modo de emparejamiento con hasta otros tres jugadores, un modo en solitario y una modalidad Jugador contra Jugador (el conocido PvP), cada uno con tres niveles de dificultad para seleccionar.

Back 4 Blood

De la misma forma que pasaba en las entregas de L4D, los supervivientes arriban a un área que se encuentra infestada por zombies comunes y especiales (que en el juego se denominan Ridden y Mutations, respectivamente), donde tendrán un progreso que va a estar determinado por los objetivos especiales que deberán cumplir y los eventos de los sets de equipamiento que seleccionen. Aunque los actos iniciales no incluyan precisamente muchas “novedades” al género (además de pecar ocasionalmente de cierta cuota de desconexión), cuentan con un buen diseño y se reconocen muy bien, además de contar con elementos que vuelven a aparecer en los siguientes actos y que son bien usados. Más allá de que cada acto no tenga un final espectacular, la experiencia de recorrerlos está aclimatada por una marcada utilidad del equipamiento personal de cada personaje, además del característico sistema de tarjetas.

Las cartas sobre la mesa

El sistema de progresión con el que cuenta Back 4 Blood lleva el nombre de Líneas de Suministro (Supply Lines en inglés), con el que las cartas del juego se utilizan para personalizar la forma en que se construyen los personajes durante la campaña, dándole a cada personaje una ventaja muy útil en los niveles de mayor dificultad. Estas cartas, brindan bonificaciones que duran toda la partida, algunas mejoras que dependen de cada situación e incluso algunas cartas que son de utilidad para todo el grupo, como una carta en particular que sacrifica la salud de uno de los personajes para otorgar una vida más para el equipo. Varias cartas del juego son del tipo riesgo-beneficio y las más raras brindan una gran mejora a nivel equilibrio

Back 4 Blood

Las cartas que se activan en cada partida, no son exclusivas de los jugadores, ya que la IA juega Cartas de Corrupción al iniciar cada nivel; estas cartas pueden cambiar la probabilidad de que las hordas de enemigos sean alertados por una puerta, la aparición de las clásicas Brujas o cambian los niveles dejándolos sin electricidad o cubiertos por la niebla. Las más sencillas, crean objetivos secundarios que pueden ser ignorados, aunque las más potentes dan una mayor potencia a los enemigos especiales y se combinan con las otras cartas, creando situaciones mucho más complicadas de enfrentar.

Un hueso duro de roer

Todo lo anterior ayuda mucho a elevar la dificultad general del título, tanto que una de las razones por las que los jugadores podrían frustrarse radica en que, aunque no entraran en juego las cartas que juega la inteligencia artificial, la curva de dificultad de Back 4 Blood es muy empinada, por lo que si no se tiene un equipo completo de amigos que tengan bastante experiencia en este tipo de juegos complica increíblemente la tarea de sobrevivir; y este es un obstáculo que se multiplica al entrar en juego la aleatoriedad de las cartas de cada jugador. Esta situación puede desembocar en que la mayoría de los jugadores se queden mucho tiempo en el nivel de dificultad más bajo, aunque no haya realmente una diferencia de gran profundidad con respecto a los niveles superiores. 

Back 4 Blood

Uno de los puntos en contra que tiene Back 4 Blood es que, incluso en las partidas para un solo jugador, exige estar conectado permanentemente, además de que impide pausar la partida. El estudio desarrollador ya comunicó que es algo que va a solucionar muy pronto, por lo que, teniendo en cuenta el trabajo presentado, creemos que no va a pasar mucho tiempo hasta que sea resuelto. También relativo al juego en solitario, está el tema de la inteligencia artificial extremadamente agresiva de los bots que hacen equipo con el jugador, lo que se mezcla con el hecho de que no responden al sistema de pings. Por lo demás, el juego funciona bastante bien, más allá de algún que otro fallo visual o los aún más raros cuelgues.

Conclusión de Back 4 Blood

Back 4 Blood se presenta como un título de buena calidad y bastante completo al momento de ser lanzado (algo que actualmente no es común a todos los juegos). Se le puede reclamar la carencia de un modo offline, pero es una molestia que aparentemente va a ser solucionada en poco tiempo. Por lo demás, la mecánica principal del juego, en combinación con el sistema de progresión basado en cartas, es un paso en la dirección correcta para este juego cooperativo. Ya solamente resta comprobar el apoyo que reciba este juego, que demuestra que el estudio escapó del peso con el que cargaba luego del tropiezo que representó Evolve, recuperando todo lo que convirtió a la saga Left 4 Dead en un juego de culto que nunca fue abandonado por los fans.

Back 4 Blood

Requisitos mínimos y recomendados para jugar Back 4 Blood en PC:

Quienes deseen jugar Back 4 Blood en PC, deberán tener en cuenta los siguientes requerimientos mínimos y recomendados:

  • MÍNIMOS:
    • Requiere un procesador y un sistema operativo de 64 bits
    • SO: 64-bit Windows 10
    • Procesador: Intel Core i5-6600 (3.3 GHz) o AMD Ryzen 5 2600 (3.4 GHz)
    • Memoria: 8 GB de RAM
    • Gráficos: NVIDIA GeForce GTX 970 o AMD Radeon RX 570
    • DirectX: Versión 12
    • Red: Conexión de banda ancha a Internet
    • Almacenamiento: 40 GB de espacio disponible
    • Notas adicionales: 1080p / 60fps / Opciones de Calidad Baja
  • RECOMENDADOS:
    • Requiere un procesador y un sistema operativo de 64 bits
    • SO: 64-bit Windows 10
    • Procesador: Intel Core i5-8400 (2.8 GHz) OR AMD Ryzen 7 1800X (3.6 GHz)
    • Memoria: 12 GB de RAM
    • Gráficos: NVIDIA GeForce GTX 1050 Ti o AMD Radeon RX 590
    • DirectX: Versión 12
    • Red: Conexión de banda ancha a Internet
    • Almacenamiento: 40 GB de espacio disponible
    • Notas adicionales: 1080p / 60fps / Opciones de Calidad Alta