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#NomiRecomienda: la identidad en «De acá a la China», de Federico Marcello

Bienvenidos y bienvenidas a la primera edición de #NomiRecomienda. Este es un espacio que se va a dar todos los viernes, en el que nos daremos la libertad de recomendarles una serie o película para que miren el fin de semana o cuando quieran. Pueden encontrar la recomendación semanal buscando en el hashtag #NomiRecomienda en Instagram y en el buscador de la web.

LO QUE TENÉS QUE SABER

Esta primera edición vamos a recomendar una película argentina que se estrenó en 2018. La encuentran en Cablevisión Flow para alquilar: el costo es de $60 aproximadamente, se acredita a la factura mensual y un pago equivale a 48 horas de uso de lo alquilado. Es una película dirigida, escrita y protagonizada por Federico Marcello, se llama De acá a la China.

La película cuenta la historia del hijo de un almacenero que decide viajar a una provincia de China y poner el primer supermercado argentino. Esta acción surge como venganza por la cantidad de supermercados chinos que hay en nuestro país y porque gracias a ellos, su padre, que fue almacenero durante mucho tiempo, tuvo que dejar de trabajar por la invasión de los mismos. El protagonista, Facundo, se dirige allí con el objetivo de vengarse, y que los chinos se fundan y pierdan negocios por la llegada del super argentino. Facundo se sumerge en este viaje con el pretexto de ir a estudiar mandarín por tres años.

La idea inicial del equipo era realizar un documental acerca de los supermercados chinos en Argentina y la razón por la cual los dueños emigran a nuestro país. En la investigación descubrieron que la mayoría de los supermercados emigraban de un pueblo específico y pequeño al sur de China junto a cierta cantidad de datos interesantes que invitaron al equipo a modificar su camino y realizar una película de ficción en lugar de un documental. La película surge, entonces, de una inquietud real y una investigación exhaustiva sobre el tema para poder posicionarse sobre una base sólida para poder narrar la historia de este joven.

POR QUÉ LA TENÉS QUE VER: LA IDENTIDAD Y EL COSTUMBRISMO ARGENTINO

Es una comedia que utiliza la ironía en muchos de los casos para generar un acercamiento más mundano con el espectador argentino. A pesar de tener el viaje a China, el guion plantea un costumbrismo interesante con el que todos los argentinos podemos sentirnos identificados: la despedida familiar, la familia unida y grande, el idioma y las costumbres argentinas. Incluso el personaje lleva productos típicos de nuestro país para venderlo en su negocio: yerba, dulce de leche y fernet. Algo similar a lo que sucede si, por ejemplo, visitamos el barrio chino en Capital Federal y recorremos los distintos almacenes, donde además de productos locales encontraremos una gran variedad de productos de origen chino o asiático.

La película, inclusive desde el punto de llevar productos típicos argentinos, recorre un camino de identidad muy interesante, ya que desde el comienzo plantea que hay una especie de hurto o atentado hacia lo propio (los super chinos en nuestro país) y el personaje principal se siente en el deber, casi como un superhéroe, de que al menos su familia o su padre recuperen el honor perdido tras la llegada de los chinos.

Desde el inicio, el planteo se basa casi en una búsqueda de recuperación nacional, de orgullo y honor. De reclamar y hacer justicia de lo que nos pertenece. Lo interesante, amén de esto, es que Facundo se dirige a China queriendo hacer justicia, y en el camino descubre cosas mucho más valiosas e importantes para la vida de una persona. Allí es donde el tono de la película vira, de la comedia (género que se presenta al comienzo, cuando no puede entablar una conversación fluida con los chinos) a un género que acude más a lo melancólico, lo introspectivo y la reconciliación, tanto con uno mismo como con la población china.

Adentrándonos un poco más, el protagonista se dirige al país de la problemática con algo parecido a odio. El actor, que además es el director y escritor de esta película, Federico Marcello, se preocupa constantemente en mostrarnos ese “odio”, esa especie de aversión hacia la población. Pero no tiene que ver con la xenofobia, sino con un sentido de pertenencia perdido del que hablábamos antes. Facundo creció con la idea de que su padre perdió el almacén por culpa de la llegada de los chinos. Es una idea que se viene fermentando en su interior desde que tiene uso de razón. Es una idea tan arraigada que solo el viaje a China podrá desarraigar.

Junto a él lo acompaña un viejo amigo viajero, un tanto nómade, que no tiene un lugar fijo donde vivir. Inmediatamente acepta el desafío y lo acompaña, con la diferencia de que, de los dos, su amigo es mucho más receptivo y tolerante al ciudadano chino. Esta contraposición genera inevitablemente un equilibrio: Facundo no los soporta, en cada rostro oriental ve un enemigo que le fue a quitar el lugar, y su amigo los tolera, los acepta y, sin saberlo, le da a Facundo las herramientas necesarias para poder transitar el viaje de poder aceptarlos también. Y no solo aceptarlos, también tener estima por los que más presentes fueron en su camino.

El camino que Facundo recorre se ve plagado de sabiduría oriental sobre la vida, los objetivos, los deseos humanos y el sentido de pertenencia. Las enseñanzas están mezcladas con las trabas burocráticas del mundo empresarial que empiezan a surgir a raíz del supermercado argentino. De alguna manera, esa es la vía de escape que tiene el personaje para caer a la tierra. Los mensajes de sabiduría generan un viaje más espiritual, mientras que en el medio, se desarrollan problemas más terrenales que van generando impedimentos para que Facundo culmine su objetivo. Aunque desde el comienzo, este parecía inviable.

Todo esto, como dijimos, se da en un marco de desconocimiento, si se quiere. La película cae en los lugares comunes que tratan sobre extranjeros intentando encajar en un lugar al que no pertenecen. La comedia se da en esas situaciones en las cuales se presentan las diferencias del lenguaje y las costumbres.

ENTONCES…

La introspección, las enseñanzas y el aprendizaje, el sentido de pertenencia, la identidad y el orgullo son algunos de los temas que toca de manera muy sutil esta historia hecha con un presupuesto mínimo y muy afín a nuestras costumbres.

Sin dudas se sentirán identificados con muchos de los momentos de la película, además de disfrutar de un guion ameno, familiar y perspicaz, en una idea todavía más original como lo es la de querer fundir a los chinos en su propio país, algo que nosotros conocemos muy bien, ¿no?

¡Les dejamos el tráiler para que se llenen de ganas de verla!