Categorías
Series

La nueva promesa de HBO: «Lovecraft Country» ep 7 «I Am.»

El domingo 16 de agosto, a las 22 horas, empezó Lovecraft Country, la nueva promesa de HBO. Sale al igual que en su momento lo hacía Game of Thrones (hoy sucede con Perry Mason, Batwoman, etc): primero en el canal a la hora programada y luego directo a HBO Go o Cablevisión Flow. Todos los domingos a las 22 horas podrán disfrutarlo, y a las 23 horas se repite por el canal, así que también pueden verlo en ese horario.

¿De qué estamos hablando? Podes entrar acá y enterarte de qué trata esta nueva producción de HBO.

I Am.

Y cuando creíamos que todo venía viento en popa, remontando bastante bien, con progresiones dramáticas orgánicas y un muy buen anclaje de Ji-Ah en la historia, nos encontramos de frente con I Am. el séptimo episodio de la serie llevada a cabo por Misha Green, J. J. Abrams y Jordan Peele. Si viéramos un gráfico de la progresión dramática de esta serie, sin dudas la línea iría subiendo muy despacito por los primeros episodios, crecería rápida y linda en los episodios 5 y 6 y de golpe, caería estrepitosamente a la misma altura que los primeros episodios, o quizás más baja.

En este episodio hay muchas cosas que se dieron bien y continuaron orgánicamente la historia de los episodios anteriores. Pero, a mi modo de ver, hubo varios desaciertos a lo largo del capítulo. Repasemos:

El episodio empieza con Hippolyta, personaje a quien vimos por última vez en el 4to episodio, cuando junto a Dee decidieron acompañar a Leti, Montrose y Tic al museo de Titus. Las intenciones de cada grupo eran diferentes: recordemos que Hippolyta estaba interesada en resolver la muerte de George ya que no quería creer que había sido asesinado por un sheriff, aunque en esa época era muy común. En ese episodio que se parecía a Indiana Jones, cuya reseña pueden leer acá para simplificar este resumen, Leti, Tic y Montrose ingresaban a una cámara subterránea que los conducía junto a Yahima, un personaje que generó mucha intriga pero duró bastante poco. Yahima al final es asesinada por Montrose sin razón aparente (acción que todavía no se explicó y quedó completamente suelta de su arco argumental y, por ende, de los demás) y Leti y Tic tendrán que descifrar las páginas del Libro de los Nombres por sus propios medios. En ese entonces, Hippolyta decidió deliberadamente dirigirse a Ardham junto a Dee (una decisión básicamente basada en el mero instinto). En el quinto episodio fue un poco extraño que los demás personajes siguieran su vida sin preguntarse qué fue de Hippolyta y Dee, pero a veces pasa y lo dejamos pasar, no era un error para detenerse detalladamente. Además, suponíamos que iba a pasar más o menos esto: un episodio casi íntegramente sobre el viaje de Hippolyta.

Hippolyta ata cabos de manera un poco inexplicable y llega a la máquina extraña. Sabemos que es un personaje curioso, pero esa curiosidad bastante somera la hace conocedora de ciertos aspectos, como por ejemplo el cómo encender una máquina de tal calibre. Pero sin profundizar en este tema, cuando Atticus llega a ayudarla con los oficiales, es absorbida por la masa extraña que se creó a partir del funcionamiento de la máquina. Y ahí es cuando la serie desbarranca nuevamente. Ya sabemos que estamos viendo una serie particular, con monstruos, magia y fantasía por todos lados. Sin embargo resulta muy sorpresivo el giro de género que se da abruptamente: pasamos de una fantasía bien insertada en la trama a una especie de ciencia ficción. La magia sigue presente en la subtrama que protagoniza Atticus, y creemos que la de Hippolyta no va a ser la excepción, hasta que nos transportamos a un mundo muy Blade Runner. Allí el personaje tendrá un camino de redescubrimiento de sí misma: recorre  todos los mundos y momentos que quiere y que le son otorgados por esta especie de deidad. Finalmente podrá volver a donde ella quiera estar una vez que se haya identificado. La situación es así de confusa.

¿Por qué nos resuena tanto este cambio? Como dijimos antes, es una serie que está un tanto desordenada hoy en día. Si bien está basada en el libro homónimo de Matt Ruff (razón por la cual creemos que todo o casi todo lo que vemos está previamente organizado en un libro) ya mencionamos en otros episodios que la planificación de su trama en general carece de organicidad. Cuando parece que recupera cierto carácter orgánico, nuevamente se vuelve a caer, quizás por un uso excesivo de recursos o simplemente por no poder canalizar todas las tramas o conflictos en un episodio sin que parezca que están tirando mucha información en todas direcciones. Así es como, capítulo a capítulo, la serie se vuelve inestable: un domingo tenemos un gran gran episodio, como posiblemente lo fueron Strange Casey Meet me in Daegu, y luego tenemos episodios regulares a extraños, con fluctuaciones raras en el guion y demasiada información. Este, sin dudas, es uno de ellos.

¿Y los demás?

La trama no sólo contiene a este personaje: hay otros momentos que continúan las subtramas de los episodios anteriores. Por ejemplo, Ruby y Christina aclaran un par de cuestiones acerca de William y suponemos que ahora Ruby se involucra de lleno en la situación. A raíz de esto también entendemos que el encuentro inicial entre Ruby y William/Christina no fue fortuito, sino que fue planeado, al igual que todo lo que le pasó a Ruby.

Tic por su parte tiene sus propios problemas, ya que, atormentado por el mensaje de las páginas, se dirige a su padre  descubre que Montrose es gay, y no sólo eso, sino que su madre lo sabía. Este dato probablemente vuelva a sembrar la semilla sobre quién es el verdadero padre de Atticus: ya sabemos que George tuvo una historia con su madre, y ahora también sabemos que su madre sabía que Montrose era homosexual, por lo cual es cuestión de seguir atando cabos para descubrir que probablemente su padre sea George. Pero en lugar de seguir pensando en eso, se lanza a la búsqueda de más información sobre el origen de su madre. Leti soñó con Hannah escapando de la mansión  en llamas con un libro en la mano. Ambos suponen rápidamente que podría tratarse del Libro de Nombres, hasta entonces perdido, por lo que el mismo estaría en alguna parte. Obviamente pensamos que los personajes van a atinar en esta suposición, como lo hicieron siempre hasta ahora.

Pero su viaje se ve interrumpido porque, finalmente, Leti descubre que Hippolyta poseía el extraño planetario que buscan todos y que, probablemente, podría encontrarse en peligro. Leti se comunica con Tic y le dice que Hippolyta claramente está en peligro. No sabemos cómo, Atticus descubre dónde está y la encuentra, rescatándola de dos policías. Todo esto sucede con la duda y las molestias físicas que acontecen a Letitia, y que indican que claramente podría estar embarazada. Esto genera más conflictos para una serie que está bastante desordenada en lo que a tramas y subtramas se refiere.

Como dijimos antes, es una pena que una serie que prometía tanto se vuelva, episodio tras episodio, un producto bastante olvidable. Sus personajes, con grandes interpretaciones, la dirección y el objetivo general de la serie son un gran punto llevado adelante de una manera un tanto mediocre. Con importantísimos nombres detrás, se esperaba algo prometedor un poco más fuerte en cuanto a cuestiones narrativas se refiere. Sin embargo, a siete capítulos (la mayoría de la temporada ya recorrida) ya podemos ver que no será una serie memorable como las que suele tener HBO y que, indiscutidamente, la dupla Abrams-Peele esta vez no está llegando a buen puerto. Aunque todavía nos quedan tres capítulos y todo claramente puede darse vuelta, al día de hoy fueron más los desaciertos que los triunfos. Esperemos qué nos trae el episodio 8 el próximo domingo.