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Análisis de Carrion, a veces, nos gusta ser el tipo malo

Desarrollado por Phobia Game Studios, y distribuido por Devolver Digital, llega Carrion. Es un juego que se describe a sí mismo como un “juego de horror a la inversa”, descripción que le queda como anillo al dedo. Carrion esta disponible para Nintendo Switch, Xbox One y PC. Aquí te contaremos los detalles del juego, analizado punto por punto. ¿ Vale la pena ?

En Carrion, nos ponemos en la piel… o mejor dicho, en la carne, huesos, y dientes de un ser de origen desconocido. El monstruo protagonista se asemeja en poderes al protagonista del juego Prototype (2009), o para los más cinéfilos, a la criatura de la película La Cosa (The Thing) de John Carpenter. Se trata de una masa sanguinolenta llena de tentáculos conscientes, algo así como un plato de fideos con salsa, salido de una pesadilla. El monstruo puede cambiar de forma, trepar por las paredes (sí, como cierto superhéroe amistoso bastante conocido) y cada vez que atrapa a alguna de sus víctimas, todo termina en un derramamiento de sangre y vísceras. Ésto último, ocurriendo muy a menudo.

Jugabilidad clásica

Respecto a su gameplay, Carrion es lo que normalmente se denomina un metroidvania. Tiene la clásica fórmula que se vale de un amplio mapa, que deberemos recorrer varias veces de ida y vuelta, a medida que conseguimos mejoras para poder atravesar obstáculos que antes eran imposibles de superar. A éste núcleo se le suma un importante elemento de sigilo, basado en la fragilidad de nuestro personaje, ya que aunque poderoso, es muy poco resistente a los ataques enemigos. Éste agregado nos obliga a movernos cautelosamente, considerando con cuidado cada movimiento que vayamos a realizar. De ésta forma, podremos sorprender unas descuidadas víctimas, evitando que tomen una actitud defensiva, lo que nos haría terminar como una bola de carne quemada, ya que los humanos serán débiles, pero cuentan con pistolas, explosivos, drones, mechas… y lanzallamas.

Profundizando en la jugabilidad, lo que puede hacer nuestro personaje, no es mucho en el principio, ya que sólo se limita a atrapar y masticar. Pero según se van consiguiendo mejoras y aumentando el tamaño de la biomasa, se abren nuevas posibilidades. Desbloquearemos un camuflaje como el de un camaleón, que nos permite mimetizarnos con el entorno, o una cubierta de púas aumentando el daño que podemos causar con las embestidas. También desarrollaremos garras en los tentáculos que podremos disparar como si se tratara de una escopeta, así como aumentar nuestra defensa, por medio de una capa de queratina capaz de repeler explosivos. Todo en base a un sistema de progresión bastante bien logrado.

Una historia oculta

Si hablamos de la historia… no la hay, al menos en el sentido tradicional de la misma. El misterio es una parte fundamental del encanto del juego. Todo comienza con el escape del monstruo del contenedor presurizado donde estaba encerrado, y desde ahí, el juego no da ni una sola pauta de manera escrita o narrada. Aún así, los desarrolladores hicieron un trabajo tan bien realizado, que las guías/tutoriales no resulta necesarias. Nos vamos moviendo de manera orgánica, natural, casi por instinto, abriéndonos camino a la libertad sin demasiados inconvenientes. Cada vez que se nos presenta una puerta que debemos desbloquear absorbiéndola, podemos saber cuántos “nodos” debemos asimilar por las características de la puerta misma. Tal vez es en ésto último en lo que más se separa de otros metroidvanias, ya que el mapa se encuentra muy separado en áreas por medio de éstas puertas. 

Regresando al apartado Historia, hay determinados momentos en los que nos fusionamos con una suerte de supercomputadoras, lo que nos permite ver, de manera remota, unas grabaciones. En estos momentos es cuando entramos en otro tipo de segmento jugable, que cumplen la función de ampliar un poco el panorama de nuestra situación, siendo las únicas pistas con las que podemos contar para develar un poco de todo lo que está ocurriendo.

Gráficos y Sonido

En cuanto a banda sonora, y el apartado de sonido en general, son impecables. La música de suspenso en todo momento, los gritos de horror de las víctimas siendo despedazadas, los llantos de quienes son testigos de cómo todos van siendo diezmados, todo es manejado de forma magistral. Incluso el escurrir de la presencia multiforme del monstruo mientras repta al acecho de su próxima presa está realizado de forma incuestionable. Todo esto colabora a una inmersión en el ambiente de una forma genial, algo que muchos intentan, y que muy pocos logran conseguir.

Los gráficos están realizados en un Pixel Art muy bien logrado, sobre todo en cuanto a la iluminación. El movimiento de nuestra criatura protagonista, hasta en el detalle del parpadeo de sus múltiples ojos y el aleteo de sus incontables tentáculos, demuestra un trabajo realizado con mucho cariño por los artistas.

Conclusión de Carrion

Para concluir, podríamos hablar del punto que encuentro criticable, y es la falta de Jefes. Al no haber ninguna batalla de jefes (los clásicos boss encounter), en el camino se pierde un poco la sensación de peligro inicial. Existen áreas donde se dan eventos que podrían contar como una boss battle, pero no hay ningún enemigo específico que pueda ser considerado un jefe medio o final. De hecho, para cuando logramos la tercera Mejora de Biomasa, nuestro monstruo es una masa de muerte terrorífica que, aunque es un poco frágil ante los ataques aún, es sumamente destructiva, lo que corta un poco con la idea de enfrentarnos a una posible derrota importante.

En contraste, la duración del juego, es de alrededor de cuatro o cinco horas, dependiendo del ritmo que lleve el jugador. Para este tipo de juegos no está nada mal, ya que es el punto justo para evitar que el juego se vuelva tedioso o monótono, manteniendo la tensión de principio a fin. Puede que algunos (como yo) se queden con ganas de un poco más, pero hay que reconocer que el título se encuentra muy bien como está, y que añadir duración de forma “artificial”, hubiera perjudicado mucho a Carrion.