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Contra: Acción al más puro estilo de los años 80.

Contra nació en 1987 para Arcades, fue llevado a máquinas domésticas en 1988 y es el juego que dio inicio a una de las más famosas sagas de videojuegos. Con evidente inspiración para sus protagonistas en los famosos Arnold Schwarzenegger (Commando) y Sylvester Stallone (Rambo), así como en los Xenomorfos de Alien, es un homenaje al cine de acción de la época. Y no solo es un es todo lo anterior, sino que es considerado uno de los juegos más difíciles que hayan sido creados. Su dificultad lo ubica entre los diez más difíciles, compartiendo grupo con Rockman y Super Mario 2.

La que nosotros más recordamos es la versión editada por Konami para la plataforma FamiCom. Aunque salió un año después del original,acarreaba una paleta de colores más vistosa y niveles más amplios. Aunque la mayor ventaja fué la posibilidad de jugar hasta el cansancio sin tener que poner una moneda cada vez que perdíamos todas las vidas.

Un juego con sabor clásico.

“En el año 2631, un meteorito cayó en el archipiélago Galuga, cerca de Nueva Zelanda, trayendo una forma de vida alienígena inactiva. Dos años más tarde, en 2633, una organización terrorista de origen alienígena llamada Blood Falcon asume el mando de la isla como parte de sus planes de invadir la Tierra. Los soldados Bill Rizer y Lance Bean, de la unidad Contra, son enviados a la isla oceánica para detener la maléfica amenaza”.

Éste es el texto que daba la bienvenida al jugador, situándolo en tiempo y espacio acerca de la historia que estaba a punto de empezar a recorrer. Hay que mencionar que ésta introducción pertenece a la versión original que se comercializó en Japón. Además, incluía animaciones en los escenarios, como la nieve y el piso del nivel final, que daban mucha más vida al entorno. También contaba con escenas al final de cada nivel. Allí se mostraban a los personajes comunicándose con la base, dando un informe.

Un secreto no, tres.

Como no podía ser de otra forma, la desarrolladora incluyó su legendario Código Konami. Así, los jugadores lograban iniciar con 30 vidas, en lugar de las 3 originales. Pero las ventajas no quedan en el famoso código, sino que contaba con dos secuencias especiales más. El primer código, permitía elegir el nivel en el que quisiéramos, evitando que se deba jugar siempre desde el principio.

El segundo código, es definitivamente la envidia de las demás versiones. Era una puerta de acceso al Sound Test, donde se podían escuchar cada uno de los sonidos usados para el juego. Entre dichos sonidos, estaban las pistas musicales de cada nivel. Y digo que esto es la envidia de las otras versiones, ya que la música empleada en Contra me parece, hasta el día de hoy, una de las mejores utilizadas en los juegos de 8 bits.

Cambios y censura

En la versión americana, el nombre de la organización alienígena fue cambiado, llamándose Red Falcon. La ubicación de la isla donde impacta el meteorito, pasa de Oceanía a Sudamérica. Y por último, los nombres de los integrantes de Contra, cambiaron a Mad Dog y Scorpion.

Pero por ésos cambios en la versión que jugamos, no somos ni de cerca los que nos llevamos la peor parte. Por motivos de censura (sobre todo en Alemania), tanto en Oceanía como en Europa, hubo cambios mucho más drásticos. Desde el título del juego, hasta cada uno de los personajes que aparecen fueron censurados. El título pasó  de Contra a “Probotector” y los personajes principales tenían la apariencia de robots. Evidentemente los modelos eran inspirados en los mechas japoneses. Y no se detuvieron ahí: hasta los enemigos pasaron a ser robots.

Dificultad histórica

El género al que pertenece Contra, es el de Plataformas, pero con una inyección extra de adrenalina, marcado por su acción frenética. Cuenta en la mayoría de sus niveles con un avance en scroll lateral, sin regreso (clásico de la época). En el nivel 3, el avance es en ascenso vertical también sin posibilidad de volver. Una variante con la que cuenta el juego, es la existencia de dos niveles especiales, las Bases 1 y 2, con un avance particular. En ambas Bases el desplazamiento pasa a ser pseudo-tridimensional, dando una sensación de avance en profundidad.

A medida que sigamos adelante, aumentarán la variedad de enemigos a los que nos enfrentaremos, y también las trampas. Conforme pasemos cada vez más pruebas, el propio escenario se convierte en nuestro enemigo. Y aquí es donde radica la dificultad de superar el juego: la fragilidad de nuestras vidas. No importa si es UN proyectil enemigo, el cuerpo de un adversario, una barrera de energía, o una simple caída por salto mal calculado, la muerte es instantánea. Esta amenaza se reducía con la introducción del Konami Code, pero eso es casi como “hacer trampa”.

Armas y Jefes con variedad.

Bill y Lance cuentan a su disposición con una variedad amplia de armas, con diferentes estilos de disparo. Podemos mantener nuestra arma base, de disparo regular, o cambiarlo por tipos de disparo en distintas direcciones, velocidades y formas. También podemos contar con un tipo de disparo láser, aunque es el que la mayoría evita. El problema con el láser es que por su poder, fue balanceado de una forma extraña. Deberemos esperar a que el rayo salga de la pantalla para volver a dispararlo, de otro modo, desaparecerá y se reiniciará.

Por último, cabe mencionarse que cada vez que al final de cada nivel, deberemos enfrentar a un Jefe final. El primer Boss es la entrada misma de la primera Base, que nos ataca con cañones y un francotirador arriba. A medida que los vayamos derrotando, cada Jefe tendrá una apariencia más orgánica, y con tintes más alienígenas.

En el nivel final, es cuando se ve la mayor referencia de Contra hacia la saga Alien. A pesar de que el Jefe en sí es el Corazón de la isla, los enemigos que nos acosarán durante todo el nivel tendrán la apariencia del famoso Facehugger que implantaba los embriones del Xenomorfo.

Definitivamente, el juego es una de las mejores piezas creadas por Konami. Una obra que pasó a ser parte fundamental de la historia de los videojuegos. Un homenaje al cine de acción de la década de los 80s, que puede ser disfrutado hoy, de la misma forma y con el mismo gusto que cuando se estrenó hace más de 30 años.