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Análisis CON SPOILERS- STAR WARS Episodio 9: The Rise of Skywalker

Llegó el fin de una era, de una historia, de un apellido que protagonizó y pobló la galaxia de fanáticos. Una saga que atravesó décadas y generaciones y siguió llenando su fandom con todas las edades: desde los que vivieron los estrenos de alguna de las dos primeras trilogías, hasta los que se sumaron en estos últimos diez años. Coincidimos todos, Star Wars es la saga que unió generaciones enteras de fanáticos y que no repara en edades. Y hoy llega a su fin. En un año en el cual muchas cosas terminaron, muchas grandes franquicias como Avengers (que completó una de sus más grandes fases con Avengers: Endgame) o Game of Thrones, Star Wars decide no quedarse rezagado y culminar con la más grande historia de la galaxia: la de los Skywalker que nos trae, finalmente, J. J. Abrams (The Force Awakens, The Rise of Skywalker) cerrando la última trilogía de la saga.

Hace 4 años y 10 años después del gran final en The Revenge of the Sith (donde se conforman Lord Vader y el emperador Palpatine tal como los conocimos en la trilogía anterior), llegó a los cines del mundo The Force Awakens, que retomaba la historia muchos años después de The Return of the Jedi (Episodio 6), plantando la semilla para una renovada trilogía. Con Darh Vader muerto, la única idea de villano posible, fue la del Líder Supremo Snoke y el poderoso Sith, Kylo Ren, hijo, nada más y nada menos, que de los personajes «tradicionales» Han Solo y Leia Organa. Para algún colgado/a que aún no sepa bien de qué estamos hablando, esta es la historia que cierra en The Rise of Skywalker  y de la que hablaremos con spoilers de ahora en más.

La película como tal es interesante por supuesto: continúa una de las más grandes sagas mundiales, como ya dijimos. Es importante destacar el trabajo de espectáculo que maneja Disney en este tipo de tanques, está claro que la intención no es enteramente hacer algo artístico, sino más bien un producto, y The Rise of Skywalker es decididamente un buen producto, aunque era de esperar por la mayoría. A pesar de todo ello, que parece doloroso sobre todo tratándose de Star Wars, en ciertos aspectos beneficia la obra y en otros la perjudica. Los aspectos a favor siempre serán los efectos especiales, la facilidad para generar vínculos salidos de la nada (esto traerá problemas, ya veremos por qué), algunas actuaciones y en este caso puntual el componente emotivo de traernos a personajes como Chewbacca, C-3PO, R2-D2, Leia, Han Solo y Luke y algunas veces, agregar personajes, como BB-8, Poe, Flynn, etc.,  que en definitiva le agregan a la trama lo que le falta, desde luego que estos últimos son necesarios porque los dos protagonistas, Rey y Kylo, son nuevos también. Pero también están los aspectos perjudiciales para la trama. Cuáles son y por qué:

¿Épica?

Lo primero que hay para destacar del total de la película es la falta de momentos «épicos» o emotivos. Es cierto que los hay, sobre todo en la última escena. Pero a grandes rasgos no hay momentos de una emoción absoluta como quizás lo exige un final de saga y los que hay son reducidos, no se nos permite emocionarnos porque inmediatamente las cosas se «reparan»; cuando parece que morirá simbólicamente  C-3PO (momento en que Babu Frik le borra la memoria), el droide se despide de sus amigos con una frase muy emotiva para que casi inmediatamente esté recuperada su manera de ser particular del personaje, se incluyan chistes y solo unos minutos después R2-D2 le recomponga parte de la memoria borrada. En lugar de que eso genere alivio, genera cierto desconcierto porque entonces la despedida anterior terminó por no significar nada, quitandole todo el contenido emotivo que podría haber ocasionado en algún espectador. Además de que entre la despedida y la supresión de su memoria, Babu Frik hace chistes, vemos a Poe y Zorii Bliss conversar sobre su pasado, llega la Primera Orden… quizás demasiados acontecimientos para ser que estamos a punto de perder al único personaje que vivió todas las generaciones de Skywalker desde Anakin. Aunque al final no lo perdamos.

Algo similar sucede con la «muerte» de Chewbacca. Rey destruye un transportador donde llevaban preso a Chewbacca (momento además de revelación de sus poderes más importantes, los mismos que Palpatine) y todos entendemos que murió allí. Hay algunos minutos de desconcierto y tristeza general, incluso hacen valer la misión para que «Chewbacca no haya muerto en vano». Pero hay dos cuestiones en esta «muerte»: un primer punto es que al rato se enteran que en realidad, el wookie estuvo en otro transportador que mágicamente había allí y casualmente Rey, Finn o Poe no pudieron ver, ya que los tres pensaban que estaba en el que la protagonista destruyó; el segundo punto es que el momento de la supuesta muerte de Chewie se ve opacado por la revelación de los poderes extraordinarios de Rey (los rayos que le salen de la yema de los dedos). Entonces la situación se bifurca en dos cuando están de vuelta en la nave, la muerte de Chewbacca y hacer valer la misión por ello por un lado, y el descubrimiento del poder incontrolable de Rey (que dicho sea de paso utilizó esa única vez en la película, obligándonos a pensar posteriormente que sirvió solo de indicio de que el parentesco era con Palpatine) por el otro, siendo éste último motivo suficiente para que Chewbacca pierda todo foco de atención por parte de los espectadores. Cuando, de haber muerto de verdad, tendría que haber sido algo extremadamente emotivo tratándose de un personaje tan icónico.

La vuelta de Palpatine

Para seguir, lo primero que nos promete la película, desde el tráiler, es la vuelta de Palpatine aunque en él sólo oímos su voz y por el momento no sabremos en qué forma volverá. Pero entonces, ni bien comienza la película, el famoso texto que explica los eventos que acontecieron nos cuenta que Palpatine dejó una serie de audios de voz que guían a la Primera Orden hacia un nuevo objetivo de comandar la galaxia. Y aunque no es un mundo que plantee algo similar, los avances tecnológicos son un punto importante en la historia: los mensajes y transmisiones holográficas estuvieron presentes desde la primera película. No es algo tan llamativo de entrada, pero a medida que los hechos suceden, nos damos cuenta de que hay algo quizás peor que la idea de un «audio» (que de por sí ya es rara) que dejó el malvado emperador Palpatine para sus sucesores, y es la idea de que en  realidad, nunca murió y estuvo más de 30 años resguardado en un planeta inhóspito y alejado del alcance de la Resistencia: Exegol, donde también tomó la forma de todos los mentores que guiaron a Kylo Ren al lado oscuro. Y ya podría contarse como la primera incongruencia: ¿Palpatine todo este tiempo estuvo vivo? Un vacío temporal de casi 30 años de apaciguamiento y en momentos cruciales como la muerte de Snoke, Palpatine estaba ¿recobrando fuerzas? (Voldermort, ¡¿eres tú?!) Quizás la vuelta del malvado emperador hubiese cobrado sentido suficiente de haber existido una explicación concreta para tanto tiempo dormido.

La aparición del enemigo genera muchas preguntas que no se responden más tarde ni nunca. Es interesante la idea de una reaparición, de por sí es el mayor villano de toda la saga, creo nada más y nada menos que a Darth Vader y, aparentemente, también a Kylo Ren. Es una idea tentadora y fascinante para cualquiera, siempre y cuando haya una explicación que cierre, que no deje dudas ni huecos y que no nos haga salir del cine pensando en que esto fue uno de los más grandes errores de la película. Porque nos gusta Palpatine, pero no así.

El inconveniente Ren

Por otra parte está la omnipresencia de Kylo Ren: donde está Rey, aparece Kylo. Nada puede hacer la protagonista sin que al muy poco tiempo

aparezca su enemigo, no importa dónde ni qué esté haciendo: si algo de lo que hace Rey compromete los planes de Kylo, ahí se aparecerá para enfrentarla. El momento donde más se hace notar su omnipresencia es, principalmente, en el sistema Kef Bir (lugar en el que se esparcieron restos de Death Star), donde Rey y sus compañeros van a buscar un triángulo «Orientador de Sith», que los ayudaría a encontrar a Palpatine (mencionamos que el planeta donde se resguarda es invisible para la Resistencia). Allí, ella incluso se encuentra con una visión de sí misma convertida al lado oscuro, toda la situación la espanta tanto que se sorprende de encontrarse allí a Kylo: nosotros también. ¿Cómo es posible?

En esta secuencia, Kylo también se pasa «oficialmente» al lado «bueno» (muchas comillas, lo ameritan). Rey escapa, Kylo ve a Han, se conecta con Leia que a su vez está utilizando el último resquicio de fuerza que le queda para tratar de convencerlo, Kylo finalmente y tras tres películas logra darles a sus padres una alegría pasándose al lado luminoso. Claro que todo ello implicó la muerte de ambos progenitores en distintos momentos de la historia, muertes ocasionadas con el único fin de rescatar a Ben Solo del alma oscura y poseída de Kylo Ren, pero hagamos como que era tan difícil como lo plantea Kylo. Que en realidad, lo era, pero aquí hay otra cuestión:

Resulta que Disney se tomó el debido trabajo de mostrar el conflicto interno de ambos personajes, Rey y Kylo (aunque más de este último), pero nuevamente hay una falla. En Rey el conflicto está mejor planteado, es cierto que hay una base genética que lo sostiene ya que es nieta del mismísimo Palpatine, pero en sí es llevado a cabo de una manera más tranquila y natural. En cambio la bipolaridad de Kylo sorprende. Al principio de su arco argumentativo el conflicto interno es interesante: le es fiel a Snoke, mata casi sin dubitar a su padre a sangre fría, se enoja, rompe cosas y mata gente, pero al conectarse con Rey, afloja un poco. Las charlas le llevan tiempo que él decide invertir, aunque no hablen de cualquier pavada. Ambos trabajan sobre la mente del otro (Harry y Voldemort, Kylo y Rey, ¿cuál es la diferencia?): Rey intenta convencerlo de que lo que hace está mal (ysi), Kylo intenta convencerla de que lo que ella hace está mal y la quiere a su lado para reinar en la galaxia (muchos dirán que él se enamoró, yo considero que no y por eso creo que EL beso es otro error, ya volveremos sobre esto). Hay mínimos instantes de duda, sobre todo en el Episodio VIII, cuando asesina a Snoke y vuelve atraer a Rey. Pero son tantos y tan endebles que su conflicto interno queda supeditado por tantas dudas. Ya no son un par, son muchas y cada vez más innecesarias: ya conocemos su conflicto, lo hemos visto dubitar en momentos necesarios y ser firme en otras decisiones, su costado conflictivo es visible y por momentos es bueno, pero cuando se hace tan recurrente llega incluso a ser molesto y a plantar en el espectador si tanta duda es real o es marketing. Quizás no es el peor punto a marcarle al desdichado Ben Solo, pero es algo y es grande.

Vínculos desafortunados

Algunos vínculos están particularmente descuidados, si bien algunos son detalles, hacen a los pequeños huecos dramáticos. Comenzando por el

de Rose y Finn, que se «inicia» en el Episodio VIII: The Last Jedi, llegando al final (ya en el planeta rebelde y luchando contra la Primera Orden), cuando Rose le da una sabia lección a su compañero que termina con un beso no correspondido. Esa podría ser una búsqueda por parte de Rian Johnson (The Last Jedi) de relacionar a estos personajes que luego J. J. Abrams decide abandonar por completo: Finn y Rose no hablarán nunca del tema, ni tendrán el más mínimo contacto, más allá del que les exige la guerra. Como dijimos, un detalle, pero al fin y al cabo los detalles son los que hacen la diferencia a la larga en la película.

Finn está enfrascado en otro conflicto vincular como lo es el que sucede con Rey. Al principio de la trilogía era casi evidente que Finn tenía un interés romántico en Rey, pero no se manifestó mucho más, de hecho desde casi final del Episodio VII quedaba claro que ya no iba a intentar nada más y el amor que se tenían parecía puramente una amistad. Hasta que llega el desdichado momento en que casi mueren en arenas movedizas en Pasaana. Finn tiene la fantástica idea de confesarle a Rey que tiene algo para decirle tras mucho tiempo, ya que están por morir. Nunca más desde entonces Finn vuelve a intentar acercarse amorosamente a ella, a excepción de un par de momentos más. Tras casi película y media de no demostrar más que interés fraternal en la protagonista, Finn decide confesarle repentinamente algo (no queda más que pensar que lo que intenta es decirle que la ama) y luego no lo retoma nunca más, ni él, ni Rey, que se interesó por el tema inmediatamente al haber sobrevivido pero luego no más. Así es que pareciera que los pequeños vínculos en esta película están ligeramente abandonados.

Otro lazo entre personajes que cabe destacar en esta sección es el de Rey y Kylo. Muchos estarán de acuerdo en que ambos estaban enamorados uno del otro («los que se pelean se aman»; «se conectan, así que por algo debe ser»; «no pueden no ser nada, en algo tiene que terminar»; «por algo él se pasa al lado bueno y la salva» y muchos etcéteras más), yo creo que no fue así. Las conexiones que tienen se daban también en otros Jedi, con otras intensidades y no siempre, pero sucedía. Que las tengan no implica necesariamente que tengan que amarse, de hecho las conexiones eran casi siempre por cuestiones de la Fuerza: por intentar convencer uno a otro e incluso hasta pelear. Hubo solo una conexión, en The Last Jedi, en la cual se toman de las manos que da a entender que sus sentimientos van más allá de lo que se ve en la superficie. Sin embargo nunca a lo largo de las tres películas demostraron verdadero amor romántico entre sí, aunque es cierto que hay un sentimiento muy fuerte entre ambos, y es probable que sea amor pero algo más fraternal. ¿El beso es fan service? Desde mi punto de vista, sí. Lo es y mucho. La resolución de su trama, la última pelea juntos contra los Sith, los abrazos y las miradas, sí, hasta el beso. El beso es lo que arruina toda su relación, porque no hubo demostración de amor romántico visible en ninguno de los dos. De hecho si es cierto que hay tanto amor romántico entre ambos, ¿cómo es que Rey supera tan fácilmente su muerte? Eso quizás tenga que ver con lo que mencionábamos anteriormente sobre las emociones, que no se nos deja emocionarnos; evidentemente tampoco dejaron emocionarse a Rey, al menos lo suficiente como para llegar a empatizar con la muerte de su «amado». Así es que el cierre de su vínculo no me resultó acertado ni mucho más. Con un abrazo estábamos de diez.

Opinión final

Llegando al final, me gustaría aclarar que a pesar de todo esto, como producto me parece uno bueno, aceptable, interesante. No desaconsejo verla: véanla, investiguenla, quiéranla y emocionense con ella si es lo que les genera. Rescato muchas cosas de la película, como algunos personajes y sus arcos, los diálogos, los bichitos (Babu Frik, los porg, etc.), los efectos especiales, algunos giros, las actuaciones, la mega producción y demás cosas que se pueden contemplar fácilmente. La última escena, la evocación de la nostalgia trayendo a Leia, Solo y Luke como personajes épicos, sabios y mentores, la posición de determinados personajes secundarios y sus acciones son algunas de las cosas que más me agradaron de la película en líneas generales.

Por otro lado, invito a quien se interese a dejar comentarios o contactarme para debatir una de las películas más esperadas del 2019. Las opiniones son distintas y todas válidas, que los intercambios sean eso, intercambios en armonía. Y que la fuerza los acompañe, siempre.