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Análisis de Manifold Garden

Desarrollado por William Chyr, Manifold Garden es un juego de puzzles impresionante, que ya estaba disponible en PC a través de la tienda Epic. Una aventura en la que tendremos que dejarnos llevar en un mundo de colores y que aparenta ser infinito. El título nos permite explorar este mundo con un concepto muy interesante que hacía mucho no veía en un videojuego y me resultó fascinante.

Manifold Garden, el principio

Manifold Garden es un juego que desde el arranque no te explica mucho. Te suelta en una sala, te pone un interruptor frente a los ojos, una puerta y dale para adelante. Solo te enseña a mirar y caminar, algo que sabemos si alguna vez jugamos CUALQUIER COSA en una consola. A modo tutorial el juego te hace pasar por diferentes salas donde de a poco va introduciendo mecánicas muy sencillas de entender y, de esta forma, avanzando por el mundo es como vamos aprendiendo y explorando el título de a poco. Sobre la historia no hay mucho que decir, porque el juego en ningún momento te cuenta nada en particular sino que deja todo a interpretación del jugador que está metido en este mundo algo abstracto. No obstante, lo que iremos haciendo a lo largo del juego es plantar árboles, uno de cada color, para completar así todo el jardín.

La jugabilidad

La base de Manifold Garden radica en la sencillez de sus controles. Solamente con dos botones y obviamente los analógicos para caminar podremos recorrer el mundo que nos rodea. Con esto quiero decir que el título es apto para que lo juegue cualquier tipo de persona y es esta sencillez lo que le permitió al fichín estar disponible también para iOS a través del sistema Apple Arcade. No con esto quiero decir que sea un juego sencillo. Si bien la virtud más importante del juego es la experiencia que brinda, porque podría considerarse más como tal que como un juego, no es tan sencillo como parece. Los puzzles que tendremos que resolver no son ni de los más difícil ni de los más fáciles. En mi opinión hay un balance bastante bueno que en ocasiones te hace demorarte mucho en una sala o no dependiendo que tan despierto este uno cuando los enfrenta.

La curva de aprendizaje del juego es algo que realmente me llamó mucho la atención. Si bien empezamos con cosas muy sencillas en las primeras dos salas como es de esperarse, rápidamente pasamos a resolver puzzles bastante complejos con temáticas muy interesantes. El juego, como es clásico en el género, mantiene sus mecánicas iniciales de principio a fin y no busca hacer muchos cambios a lo largo de la aventura en su forma de jugar o en los desafíos que plantea. Uno no tarda mucho tiempo en conocer los «trucos» que existen para resolver los puzzles, pero con la información que te dan es suficiente para hacer que el juego sea realmente variado. Esta variación no se debe, en mi opinión, a la diferencia entre un puzzle y otro, sino en la habitación en la que se realizan estos. «¿Por qué es importante la habitación?» preguntan todos. La respuesta es muy sencilla y se encuentra en la mecánica principal del título: dar vuelta el mundo.

En Manifold Garden no existe arriba ni abajo y ese es el concepto más importante del título. Al acercarnos a una pared podemos oprimir R2 (en el caso de PS4) para que pasemos a caminar por esa pared, y de esta forma «dar vuelta la habitación» cambiando toda la perspectiva del nivel. Por momentos es muy difícil acostumbrarse a esta mecánica, pero es cuestión de práctica para darse cuenta donde tenemos los pies y hacia donde estamos mirando. El juego hace un trabajo muy bien logrado para identificar cada parte, asignando un color a cada lado del mundo en el que estamos. Entonces puedo estar parado sobre la superficie roja para luego pasar a la azul. Un concepto que me costó un poco aprender a usarlo pero que luego fue de gran utilidad.

De la mano de esta mecánica de dar vuelta el cuarto es que encontramos el ítem clave en todos los niveles del juego: los cubos. Dichos cubos suelen estar en árboles o en el piso tirados y su característica más importante es que poseen un color. Este color indica que el cubo sirve para activar sólo un interruptor de su mismo color, aunque lo más importante es que solo podremos moverlo si estamos parados en la superficie del mismo color. Una mecánica que me resulta MUY interesante y novedosa. Para pasarlo en limpio: si estoy parado sobre rojo puedo mover el cubo rojo, si estoy parado en azul el cubo queda congelado, clavado donde lo dejé la última vez e inamovible.

Otra característica del gameplay muy particular y clave del juego son sus mundos infinitos. Existe un video donde William Chyr en el 2016 explica cómo es que fue creando los niveles y este mundo el cual es muy interesante. Para los que gusten seguir leyendo este análisis les cuento que, el trabajo que hace William es muy interesante porque crea una especie de loop donde los mundos se repiten una y otra vez en las cuatro direcciones en las que nos podemos mover. Esto hace que el mundo donde estamos, sea infinito y ese curioso ser que llevamos dentro sea bien recompensado dándonos la sensación de que estamos viajando a una zona nueva, aunque estemos siempre en la misma. En este aspecto el título lo aprovecha de una manera impresionante, convirtiéndolo en una mecánica más porque en ocasiones para llegar de una plataforma a otra tendremos que dejarnos caer al vacío, e ir moviéndonos en el aire pasando mil veces por la misma habitación hasta llegar a donde queremos para continuar.

Una característica interesante que tiene Manifold Garden y se está convirtiendo en habitué de todos los juegos es el modo fotografía. El fichín cuenta con uno lleno de filtros y configuraciones realmente muy variadas (hace rato no veo tantas opciones en un modo fotos). En lo personal, no soy para nada bueno utilizando estos modos ni tampoco muy creativo pero considero que esta buenísimo, que los juegos lo incorporen para esas mentes que si son creativas ya que además de dejarnos imágenes impresionantes de los videojuegos, amplían mucho la experiencia de los mismos permitiendo explorar zonas desde otra perspectiva o consiguiendo la mejor imagen posible de cada zona. A continuación les dejo mi intento por hacer uso de este modo:

Lo artístico

La creación de William Chyr tiene un acabado artístico hermoso. Realmente el juego te genera una sensación de explorar un mundo desconocido constantemente y eso lo vuelve muy relajante en ocasiones. Por otro lado, creo que el juego en sus gamas de colores tiene un tema con los contrastes, que hace que la vista se canse muy rápido de estar frente a él. Desconozco si esto se debe a la saturación de estos colores o lo brillante que es todo el juego en sí. Puede ser que haya jugadores que se cansen rápido y otros que no. En mi caso particular luego de unas dos horas de juego tenía que hacer una pausa para recuperar la vista que se me cansaba después de tanto dar vueltas entre blanco y color (además de lo que cansa la mente el estar resolviendo puzzles). Considero que esto es un período de tiempo corto teniendo en cuenta que puedo estar 10 horas sin moverme del lugar mientras juego un shooter. De todos modos, con una pausa de 15 minutos ya estaba listo para seguir.

Volviendo a lo artístico, me gusta comparar la sensación que genera este aspecto del título, para los que conozcan, con la misma que cuando en el anime Yu-Gi-Oh! se meten dentro de la pirámide de Yugi, el artículo milenario que el personaje principal lleva colgando en su cuello. Esta sensación me parece magnífica y se usa mucho también en el juego Antichamber, un título creado por Alexander Bruce y que pueden conseguir en steam.
En cuanto al canal auditivo se refiere, el juego cuenta con una banda sonora muy buena y bien llevada adelante. La música y los efectos de sonido acompañan de una manera muy armoniosa el constante avance del título, y nos sumergen mucho más en la atmósfera que el título propone para que uno explore. No creo que haya mucho más que decir sobre este apartado en general. Lo más destacable quizás sean los colores que sumergen al jugador en un viaje hermoso.

Técnicamente

De este apartado no hay casi nada que decir. Literalmente el juego me funcionó excelente en todo el transcurso de la aventura. La música está perfectamente balanceada, los puzzles se resuelven con una precisión espectacular y sin ningún tipo de problema técnico. Investigando por la web encontré que había gente en PC que tenía algunas problemáticas y que la gente encargada estaba al tanto y solucionándolo, aunque en mi trayecto por el fichín no encontré nada digno de ser mencionado. Manifold Garden está muy bien pulido en este aspecto. La iluminación es correcta, las animaciones son fluidas, los sonidos nunca suenan fuera de tiempo, los controles responden de manera excelente. De verdad no encontré nada malo que decir sino más bien todos aspectos para felicitar al equipo de desarrollo.

Conclusión de Manifold Garden

Manifold Garden es un juego impresionante. Digno de ser jugado en varias ocasiones. En PC, PS4, Switch y donde sea. Es un juego que hace trabajar la cabeza y a la vez te lleva a un mundo maravilloso donde relajarse y explorar. Sus puzzles son dignos de un reto y a la vez son aptos para todo público, no es el típico juego que te trabas en un nivel y lo abandonas ahí. Un título muy recomendable para cualquier tipo de jugador y que quizás pueda ser disfrutado entre varios para resolver los desafíos (dos cabezas piensan mejor que una). Con su precio aproximado de US$20 me resulta el indie ideal para poner a trabajar la mente y dejarse llevar por una aventura que es magnífica y está desarrollada con mucho cariño y por sobre todas las cosas con mucho talento.